lunes, 9 de julio de 2018

BILLY - CREEPYPASTA



La voz de Billy se volvió cada vez más siniestra. Lo he visto desde que era solo un niño, y al principio creí que éramos amigos.

Un día apareció en mi habitación y me dijo que nadie más podía verlo, solo yo. Porque era especial.

Parecía un inocente niño... Así que yo confíe en él, pero poco a poco me fui dando cuenta de que Billy no era un simple amigo imaginario, creado por la combinación de mi mente infantil y la más oscura soledad.

No sé qué cosa era Billy pero tenía la apariencia de un niño muy pálido; con unos ojos profundos y grises que cambiaban de tono cuando se encontraba molesto. Lo cual sucedía cada vez con más frecuencia.

Los juegos infantiles poco a poco se tornaron en siniestras órdenes.

Billy frecuentemente me obligaba a lastimar animales, a veces incluso a lastimarme a mí mismo.

Yo no quería hacerlo, pero cada vez que trataba de desobedecerle algo terrible ocurría.

Una vez me ordeno robar el gato de mi vecina y cortarle las orejas y la cola para después atravesarle el corazón con un pica hielos.

Yo me negué.

Con lágrimas en los ojos le dije que no lo haría y tan solo unas horas después toda la familia de mi vecina tuvo un terrible accidente en la carretera. Ni ella, ni su esposo, ni siquiera sus pequeños hijos sobrevivieron.

Y Billy con una sonrisa en su rostro me dijo:

— Es culpa tuya, si hubieras obedecido, no hubiera sucedido esto.

Así aprendí a obedecerle, entendí que no tenía salida, pero con el paso del tiempo, sus órdenes se volvían más y más oscuras cada vez.

Aunque los años pasaban Billy seguía con la apariencia de un niño.

Yo acababa de cumplir 16 años cuando sus retorcidos caprichos llegaron al límite. Ese bastardo me ordeno matar a mi padre.

Dijo que si lo hacía, eso sería lo último en pedirme, pues ya se había aburrido de jugar conmigo.

Dijo que después de hacerlo iba a dejar de molestarme para siempre.

Pero si no aceptaba, que si no mataba a mi padre, entonces lo haría él, pero además amenazó con matar a mi madre y a mi hermana de 7 años. Dejándome solo en este mundo, bueno no del todo solo pues prometido que él nunca se iría de mi lado.

Lo reflexione durante días, lamentablemente para mi viejo había más que perder si no cumplía con la última orden de Billy.

Así que resolví matar a mi padre.

Era una locura pero algún día yo iba a morir y entonces podría pedirle perdón, sabía muy bien que él lo entendería.

Si supiera el dilema en que me encontraba.

Billy me dio una hora y un lugar específico donde debía hacerlo.

A las seis de la tarde a la orilla de una carretera solitaria.

Donde también aprovecharía para enterrar el cuerpo.

Con engaños lleve a mi padre al lugar exacto a la hora exacta. Bajamos del auto y me acerque a él lentamente por la espalda, con cuidado para que no viera la pistola que llevaba en mi mano izquierda.

De pronto mi padre comenzó a llorar, *le pregunté que ocurría*.

— Por qué lloras papá?

El volteo a verme y con sus ojos llenos de lágrimas me dijo:

—Este es exactamente el mismo lugar donde traje a tu abuelo, el día que Billy me ordeno matarlo.

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